Existen varios sistemas de hidrantes en el mercado.
Hidrantes de columna: Es el típico hidrante visto, que dispone de las válvulas con fácil acceso. De estos podemos encontrar de 2 tipos:
Húmedos: Tienen la ventaja de disponer de válvulas independientes en el mismo cuerpo, es de fácil instalación y reparación al estar todo el sistema visto.
Secos: Son convenientes para zonas con posibles heladas. Disponen de una válvula enterrada y que se abre desde la parte superior del hidrante. Esto permite que el agua se mantenga bajo tierra, y por lo tanto previene de la congelación. El inconveniente de estos hidrantes, es que, por su reparación, se debe picar el suelo para descubrirlo entero.
Hidrantes enterrados: Son aquellos hidrantes que se colocan en zonas de paso, donde no es posible instalar un hidrante visto. Un ejemplo típico sería en una zona de carga de camiones, en la que, para cumplir las distancias mínimas, es necesario colocar el hidrante en la zona de paso. Además, también ofrecen una protección contra las heladas.